La bodega Can Roda, ubicada en el parque natural de la Sierra de Marina, se sitúa a tan solo media hora en coche de la ciudad condal, convirtiéndose de este modo en todo un oasis natural ideal para desconectar. Forma parte de la casa señorial de 1864 Can Roda que la familia Bonaplata de Barcelona construyó en Santa Maria de Martorelles, en una finca de cuarenta hectáreas rodeada de bosque y viñedos.
La masía cuenta con un estilo de construcción particular, de planta cuadrada con predominio de la baldosa sobre la piedra, que la diferencia del tipo de arquitectura característica de las casas solariegas catalanas, seguramente porque su edificación es relativamente reciente.
Desde 2010, la bodega Can Roda elabora vinos dentro de la DO Alella, en el norte de Barcelona. Dispone de siete hectáreas de viñedos con las variedades pansa blanca (la más habitual de su denominación de origen), moscatel, merlot y cabernet. Producen hasta ocho vinos: blancos (Pansa Blanca Muscat, Pansa Blanca y Criança Sauló); tintos (Jove Merlot y Negre Criança); rosado, espumoso (Brut Nature) y de aperitivo, con el nombre de Clarea.
Su ubicación en el parque de la Serralada de la Marina, una cadena montañosa que se alza abruptamente entre la costa marina y la plana del Vallès, ayuda a conferir a sus vinos un toque diferente del resto de vinos de la zona, pues al estar en el lado continental, las condiciones de temperatura y humedad son más extremas.