¿CÓMO AFECTA EL CAMBIO CLIMÁTICO AL VINO?

Sequía, altas temperaturas, temporales más intensos (de granizo, nieve, lluvia…) o el aumento de la temperatura del agua son solo algunas de las consecuencias del cambio climático. Pero, ¿cómo afecta el cambio climático al vino?

El cambio climático llevará la industria del vino a regiones que ahora son inimaginables

Un estudio de PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) publicado en el año 2012 apuntaba que, si no se revierten o, como mínimo, se estancan los efectos del cambio climático, para el año 2050 las regiones vinícolas tal como las conocemos actualmente serán cosa del pasado. Tendríamos que despedirnos de vinos de las zonas del Penedés, Ribera del Duero, Rioja, o Priorat, entre otras. Por el contrario, regiones como Polonia, Canadá o incluso Noruega pasarían a ser óptimas para la plantación de viñas.

De hecho, ya hoy día, a causa del cambio climático y el aumento de temperaturas, el sureste británico ha duplicado las extensiones de viñedos en la última década.

Aspectos del vino que se ven afectados por el cambio climático

Los veranos, cada vez más largos y cálidos, han ampliado el periodo de maduración de las uvas. Además, las uvas están expuestas durante más tiempo a los rayos solares y, por ello, pueden desarrollar sabores y aromas más complejos. Aun así, hay que vigilar porque también comporta una maduración temprana y, por tanto, mayor cantidad de azúcar y aumento de la graduación de alcohol durante la fermentación.

El cambio climático también hace que las uvas tengan menos niveles de tanicidad, y eso afectaría a la elaboración de algunos tipos de vino. Asimismo, el nivel de pH aumenta y disminuye la acidez, comportando que el vino sea más claro.

Las constantes olas de calor a consecuencia del cambio climático alteran el ciclo natural de la viña y la hace más vulnerables a las plagas. Las temperaturas altas y estas nuevas condiciones climatológicas también afectan a las variedades de uva y su regionalidad. Para hacer frente a estos efectos del cambio climático, los viticultores se plantean dos estrategias posibles, (ambas con elevados riesgos). La primera de ellas es ir montaña arriba y plantar viñas en altitudes que hasta ahora no había. La segunda es cambiar y plantar variedades de uvas más adecuadas para los climas cálidos. Esto comporta un alto riesgo, porque las viñas necesitan un mínimo de diez años para empezar a producir vinos de calidad.

La vendimia también se avanza debido al cambio climático

De forma general, el cambio climático ha comportado un avance en los tiempos de vendimia. Actualmente, se inicia de media unos quince días antes que hace 50 años. La floración de la vid se adelanta alrededor de once días. Si el cambio climático sigue ganando la batalla, no quedará ahí la cosa. Los escenarios del ciclo de la viña que conocíamos hasta ahora serán cosa del pasado. Las fechas de floración podrían avanzarse entre 3 y 6 semanas, y la vendimia podría verse adelantada hasta dos meses y medio.

En el caso de España, además, hay que añadir el riesgo de desertificación que podemos sufrir debido al cambio climático, causando un estrés hídrico a las viñas e incrementando sus necesidades de riego en dos o tres veces más.

Así pues, si queremos seguir disfrutando de la gran variedad de referencias vinícolas disponibles en Aribau, es trabajo de todos hacerle frente al cambio climático. No podemos imaginarnos un mundo sin los excelentes vinos de los que podemos saborear hoy día. ¿Y tú?

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