Los rosados han tenido fama siempre de ser los hermanos pequeños de la familia de los vinos. Ni son el tinto con carácter, ni son un blanco afrutado, por lo que muchos son reacios a probarlo. Sin embargo, en los últimos tiempos, los rosados han decidido plantarse y demostrar que ellos también son una muy buena elección a la hora de sentarse a la mesa.
Y exactamente para eso nace I Tant Rosado, un vino de la familia de I Tant Vins, que ofrece tanto la frescura del blanco como la personalidad de un tinto. Un vino 100% garnacha de la Terra Alta, pero en versión rosada, con un objetivo claro: que sea sugestivo y agradable, un vino limpio y sencillo apto para todos los públicos y momentos del día.