Seguro que más de uno se habrá encontrado en esta situación: te apetece un montón tomarte una copa de vino, pero no tienes ninguno abierto. ¿Abrir una botella sólo para tomarme una copa? ¿Y luego qué? ¿Hasta cuándo se me va a quedar abierto en la nevera?
Ante una situación de este tipo, siempre nos asaltan las mismas dudas: cuánto tiempo aguanta el vino en buenas condiciones una vez abierto, si hay que guardarlo o no en la nevera, si hay que taparlo con su corcho…
Para ir despejando dudas, hagamos un poco de divulgación. Un vino, con solo abrirlo, ya comienza a deteriorarse. Pero, ¿qué es exactamente lo que hace que el vino vaya perdiendo cualidades? El causante principal es el oxígeno. Al abrir una botella de vino, el oxígeno entra en contacto con el vino y a partir de ese preciso momento comienza lo que se denomina ‘proceso de oxidación del vino’, una reacción química que hace que el vino vaya perdiendo sabor, aroma y, en definitiva, calidad.