La Barcelona Wine Week ha celebrado esta semana su segunda edición, con la participación de 650 bodegas españolas, y más de 60 denominaciones de origen protegidas (DOP) y sellos de calidad, las cuáles han presentado alrededor de 800 referencias nuevas durante los tres días de salón.
La feria, con una clara inclinación internacional, ha buscado generar negocio para las bodegas, y fortalecer la imagen del sector mostrando sus novedades, su dinamismo y cómo va mejorando año tras año. Desde pequeñas bodegas con vocación internacional hasta las marcas más emblemáticas y reconocidas del panorama vitivinícola se han sumado al evento mostrando una visión amplia y diversa del vino español.
Con el fin de favorecer la presencia igualitaria entre las bodegas y las marcas particulares, se ha apostado por un recorrido experiencial por el territorio vitivinícola nacional a través de un formato articulado en torno a la gran variedad de zonas productoras.
De esta forma, los 10.000 m2 netos del palacio 8 del recinto Montjuïc de la Fira de Barcelona se han convertido en el escenario perfecto para que los productores pudieran contactar con compradores nacionales e internacionales de alto nivel y tuviesen a su alcance herramientas estratégicas para fomentar esos contactos y las oportunidades de negocio. Disponían también de un espacio para el networking y la internacionalización, dando a conocer nuestro patrimonio vitivinícola para impulsarlo en el mercado internacional.
En esta segunda edición ha destacado el auge de las variedades autóctonas y de las atractivas propuestas de las bodegas, muchas de ellas preocupadas por la sostenibilidad de los cultivos.
El evento cierra con la presencia de más de 18.000 profesionales, un 20% procedentes de 79 países, principalmente europeos y estadounidenses. Entre los asistentes se ha contado con la presencia de 470 grandes compradores internacionales de mercados estratégicos para la exportación de vino español invitados por la organización, que han participado en más de 6.600.
El número de expositores se ha incrementado un 20% respecto a la primera edición, sin embargo J. Antoni Valls, director general de Alimentaria Exhibitions, ha destacado que su mayor reto “por encima de todo, ha sido ofrecer las mejores oportunidades de negocio”, y ha apuntado como clave del éxito de la feria “la participación de todo el sector y poner el acento en el vino español de calidad como valor diferencial.”